El hermano mayor se llama Fran Mérida, y tras cuatro años en el Arsenal, este año defenderá los colores del Atlético de Madrid. La hermana pequeña es Sara y juega en el Espanyol de Barcelona, con el que este curso aspira a ganar la Superliga que se les escapó la pasada temporada.
“Creo que juego al fútbol desde que aprendí a caminar. Mis padres se han esforzado mucho por apoyarme, y ahora están felices. Sin ellos, no habría llegado aquí”, dice Sara a FIFA.com, en el hotel de concentración de la selección española en Puerto España.
El camino ha sido muy distinto para los dos hermanos Mérida. Cuando Fran disputó Corea 2007 tenía ya contrato profesional con el Arsenal, mientras su hermana compagina los estudios con su participación en la Superliga. “Cuando empecé costaba encontrar equipos femenino, pero se ha mejorado y creo que se está creciendo mucho”, dice Sara. “Obviamente, el nivel del fútbol masculino es mayor en la categoría sub-17 en la que la mayoría ya son profesionales”, reconoce.
Apasionada y talentosa
“El Mundial de mi hermano me lo tragué enterito, pero no sólo los partidos de España”, confiesa esta auténtica fanática del fútbol. “Poder estar ahora yo aquí es emocionante. Estamos viviendo una experiencia única y la quiero aprovechar al máximo. Ese es el consejo que me dieron mi padre y mi hermano antes de viajar aquí: ‘Disfruta y aprende’”, añade.
Pero esta trabajadora centrocampista está haciendo algo más. Está dejando huella. A nivel colectivo, la clasificación de España a la segunda ronda de un torneo femenino de la FIFA es histórica. A nivel personal, Mérida está brillando con luz propia.
En el debut ante Japón ejecutó un córner medido que remató a gol Laura Gutiérrez. “Después de tantas abdominales como multa porque no nos salía, por fin tuvo sus frutos tanto entrenamiento”, dice con risas. En el partido contra Nueva Zelanda, ella fue la goleadora al ejecutar magistralmente un tiro libre desde la frontal del área.
“Tenemos calidad para mover más y mejor la pelota e imponernos a cualquier rival. Estoy orgullosa porque hemos trabajado mucho y defensivamente hemos mejorado. A nivel técnico y en ataque tenemos más que ofrecer”, asegura esta admiradora de Cesc Fábregas, que se queda afónica tras cada partido, pues está constantemente dirigiendo a sus compañeras sobre el terreno de juego.
Luego de descansar en la última jornada del Grupo C, que España lideró de principio a fin, Sara está de nuevo lista para afrontar el desafío de batir a Brasil en los cuartos de final, en el partido que se disputará el viernes en el estadio Ato Boldon de Couva.
En la mente, ¿por qué no? seguir los pasos de su hermano y llegar a la final. “A partir de cuartos te lo juegas todo a un partido. Confío mucho en mi equipo porque lo damos todo. Trataremos de hacer un buen papel, y a ver que sale”, concluye.
Font: FIFA.com