Muchos deportistas de éite se morirían de envidia ante un currículo que, dentro de poco, podría mejorar aún más para la joven prodigio de Sydney. En los dos próximos años, Perry podría perfectamente causar sensación con su país tanto en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011 como en los Juegos Olímpicos de 2012.
Lejos de desempeñar simplemente un papel secundario, Perry ha venido aportando muchísimo a sus respectivas selecciones nacionales. En su precoz debut con las Matildas, con sólo 16 años, un gol marcado después de escasos 90 segundos en un partido de clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 anunció a bombo y platillo la llegada de este talento fuera de lo común. Desde entonces, el seleccionador del combinado femenino de Australia, Tom Sermanni, ha convocado a la defensa (que también juega a veces de centrocampista) siempre que ha estado disponible, incluido en la Copa Asiática Femenina 2008. Análogamente, Perry es una destacada miembro de la selección australiana de críquet y, gracias a sus versátiles aptitudes en todas las facetas del juego, desempeñó un papel esencial en la conquista del reciente Mundial femenino de la modalidad de Twenty-20 por parte de Australia.
Con la atención dividida
En varias ocasiones, los compromisos de ambos deportes han coincidido inevitablemente. Sobre todo, por el calendario de críquet, la jugadora de 19 años se perdió los partidos de clasificación del año pasado para la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, así como la histórica victoria de las Matildas en la Copa Asiática Femenina del pasado junio. En contra de lo que marcan los convencionalismos modernos, Perry no se ha visto obligada a decidir entre uno y otro deporte; y espera que dicha situación se mantenga igual en el futuro, como ha venido ocurriendo durante los últimos tres años. “Intento jugar a ambos deportes todo lo que puedo”, manifestó. “Tengo mucha suerte de que tanto en el críquet como en el fútbol me ayudan mucho en ese sentido”.
Y no es que ese doble compromiso deportivo esté exento de desafíos… Un fin de semana tuvo que jugar dos partidos de críquet, además de alinearse con su club de la W-League, el Canberra United; todo eso en espacio de 72 ajetreadas horas. Un calendario semejante haría mella en el rendimiento de la mayoría, pero la infatigable Perry ha seguido brillando. De hecho, tal fue su regularidad durante la liga australiana femenina que compartió el nombramiento como mejor jugadora joven del año en la W-League.
Sin embargo, tal vez no resulte tan sorprendente que el rendimiento de esta jugadora de excepcional talento sea tan sobresaliente. Su padre, Mark, representó a Australia en squash y jugó al críquet en las competiciones de su estado; mientras que su madre, Kathy, fue nadadora de élite. “Yo era una de esas chicas que siempre estaban practicando deporte en el patio de recreo”, destacó Perry. “Mis padres proceden del mundo del deporte, por lo que somos una familia bastante activa. El deporte es una parte importante de mi vida y de la de mi familia”.
La cita mundialista
En poco menos de doce meses, Perry confía en unirse a sus compañeras de selección para disputar la Copa Mundial Femenina de la FIFA Alemania 2011. Hace tres años, las Matildas dieron un salto cualitativo importante al clasificarse para los cuartos de final en China. Ahora, al haber logrado el pase como campeonas de Asia (la primera selección australiana, masculina o femenina, que lo consigue), la competencia por un puesto en el equipo será seguramente muy dura. “Me encantaría formar parte de la selección, pero creo que la plantilla es muy potente en estos momentos y hay mucha competencia, lo cual es fantástico. A priori, los 12 meses previos al Mundial deberían ser súper emocionantes, para ver cómo marcha el equipo y hasta dónde podemos avanzar”.
Antes de eso, sin embargo, Ellyse tiene ante sí un agitado calendario nacional futbolístico y de críquet, por no hablar de sus compromisos deportivos internacionales. ¡Y eso es sólo en el ámbito del deporte! Fuera de la cancha, Perry pasa el tiempo en la universidad, estudiando ciencias económicas y sociales. Y a pesar de todo, también saca tiempo para realizar obras benéficas.
Recientemente, la simpática adolescente ha presentado un programa de televisión, centrado en el fútbol base en Australia. Fue un aprendizaje brusco pero divertido para Perry, que está más acostumbrada a encontrarse delante de la cámara que detrás de ella. “Me lo pasé realmente bien. Es muy distinto a todo lo que había hecho antes y, aunque al principio me sentía como un pez fuera del agua, claro que disfruté de la oportunidad”, afirmó. “Decididamente, ahora valoro de otra forma el trabajo de los medios de comunicación. También fue estupendo conocer a tantos futbolistas jóvenes con talento y, además, ver lo importantísimo que es el fútbol y cómo influye en la vida de tanta gente”.
Font: FIFA.com