España-República de Corea y RDP de Corea-Japón son los emparejamientos de las semifinales. La primera conclusión es obvia. “Los equipos asiáticos han demostrado que son muy fuertes y que compiten muy bien. Tiene un plan desde las bases muy estructurado y potente, y eso tiene sus frutos”, explica Sylvie. “Europa también ha mostrado un muy buen nivel. Se nota qué equipos han invertido en fútbol femenino porque se ven resultados. En una Copa Mundial se ve el fruto del trabajo diario. No puedes esperar actuaciones deslumbrantes si no tienes un programa estable en casa”, añade.
Esta dos expertas consideran complicado comparar el nivel de Trinidad y Tobago con respecto a la edición de Nueva Zelanda 2008, sobre todo, porque en la cita del Caribe hay 7 equipos nuevos respecto al inaugural, casi la mitad de los representantes.
De todos modos, sí detectan algunas asignatura pendientes. “El puesto de portera todavía debe trabajarse más en el fútbol femenino. El nivel fue muy bueno en 2003, pero en 2007 bajó y todavía necesita seguir mejorando. Las guardametas necesitan más apoyo y un plan de entrenamiento más específico”, opina Beliveau.“El juego aéreo en general es un aspecto que debe mejorar. Aunque más que una cuestión técnica me parece que son las jugadoras las que deben atreverse más a pelear esas situaciones”, añade Domanski.
Consejos para crecer
En el camino para seguir mejorando el fútbol femenino, estas dos expertas se atreven con algunos consejos. “Los países que no tiene una liga domestica femenina necesitan organizar actividades con la selección nacional, para que las chicas tengan oportunidades para competir. Pero desde luego, hay que trabajar para crear más ligas y fortalecer las existentes. El salto de calidad también requiere que haya más movimiento internacional de jugadoras”, opina la canadiense. “Hay que seguir mejorando la especialización de la gente que trabaja en el fútbol femenino, empezando por perfeccionar la formación de los entrenadores que trabajan con las chicas”, añade su compañera sueca.
Porque aunque el juego es el mismo, los detalles son diferentes. Empezando por la profesionalización. “Todavía hay grandes diferencias con los chicos que a estas edades incluso tienen ya contratos profesionales. Las chicas son amateur. Espero que se siga invirtiendo para ser más fuertes en el futuro”, explica Sylvie.
Esas diferencias también son determinantes para definir la personalidad de una selección. Si bien en el caso de los chicos se suele aplicar el estilo de juego de la selección mayor a todas las categorías de edad, en el caso de las secciones femenina no siempre es garantía de éxito. “Es normal que los jugadores se sientan más cómodos en el sistema que han vivido desde siempre. Pero no estoy segura que funcione en todos los casos. Creo que en primer lugar tienes que valorar las habilidades y talento de las jugadoras, y luego aplicar el estilo”, opina Beliveau.
“Creo que la manera en la que juegue el equipo depende en parte de tu cultura como país. No es lo mismo el ritmo y la técnica que tiene una jugadora brasileña que una sueca. Pero mi filosofía es: elige a tus mejores jugadoras, trabaja sus habilidades y crea tu estilo de juego en función de eso”, aconseja Marika.
Para terminar, ambas expertas coinciden en una apreciación. “Ha sido increíble el apoyo de la afición local, espero que la gente siga apoyando a estas jugadoras”, dice Silvye. “Estoy impresionada por el talento de estas chicas. Son todavía sub-17 pero, sin duda, son las jugadoras del futuro”, concluye Domanski.
Font: FIFA.com